Por. la Psic. Idalí Sánchez Hernández.
El Juego.
- Jugar es la esencia de la vida de un niño.
- El niño adquiere experiencia táctil, visual y motriz.
- Informa sobre su crecimiento mental.
- Puede ser imitado.
- Organiza las capacidades del niño y pone de evidencia su individualidad y su potencia.
- El Juego y los deportes ofrecen un amplio y rico campo para que ellos puedan expresar al máximo sus emociones.
- A través del juego liberan energía contenida en el hogar y en la escuela de manera positiva.
- Es un recurso psicopedagógico y socializador.
- Es una forma de transmitir cultura y es un lazo de unió con el pasado, de una suma de elementos seleccionados de los rituales, hábitos y tabúes del presente; y una herencia para el futuro.
El dibujo.
- Puede contribuir en el desarrollo de los niños.
- Tiene un lugar en la interacción del niño con el ambiente (tocar, sentir, manipuular, ver, saborear, escuchar, etc.)
- Es la base para la producción de formas artísticas.
- El dibujo aparece:
- Garabato alrededor de los 18 meses de edad. Pasa por tres etapas:
- Desordenado: El cual es un ejercicio kinestésico.
- Controlado: Surge a los 6 meses después de haber empezado a garabatear, descubre la relación que hay entre sus movimientos y los trazos ejecuta en el papel.
- Con nombre: comienza a dar nombre a sus garabatos, ahora conecta sus movimientos en lo que observa a su alrededor.
(Estas etapas abarcan aproximadamente desde los 2 hasta los 4 años de edad)
Tips para el dibujo en casa:
- Se puede tener un pizarrón y gises en su habitación.
- Cubrir las paredes con papel a manera de mural.
- carpeta con hojas, blancas o de colores, que siempre este al alcance del niño.
- Plumones de agua, colores o crayolas.
- Alfombra de papel, puede estar confeccionada con papel periódico o papel de reciclado.
- Acuarelas o pinturas de agua.
- Pinceles.
- Cartón.
Importante: Valorar el trabajo que el niño hace, ya que lo necesita es apoyo. Se deben festejar sus logros e incentivarlo para que avance su aprendizaje artístico.
La música.
- Al niño desde bebé cualquier ruido lo sorprende
- El niño tiene una predisposición innata para escuchar "música". Por eso le fascina jugar con ollas y cacerolas, por ejemplo.
- Como padres solemos emplearla para tranquilizarlo, dormirle, jugarle o entretenerlo.
Los efectos de la música en el niño, son los siguientes:
- Fisiológicos: produce cambios en el ritmo cardíaco y respiratorios, así como en la tensión muscular.
- Comunicativos: estimula la expresión de los problemas y las inquietudes.
- Afectivos: favorecer el desarrollo emocional y afectivo.
El aprendizaje musical es un proceso basado en la experiencia placentera, orientada hacia el desarrollo de las habilidades musicales de hacer y entender la música. El niño en los 2 o 3 meses le encantan los juguetes musicales; a los 6 meses le da mucho placer bailar en los brazos de su mamá. A esta edad es capaz de quedarse totalmente abstraído cuando escucha una música que le gusta.
Los niños de 3 años pueden recordar el texto y la melodía de una canción que tenga sólo una estrofa y que su ritmo sea simple.
A los 4 años, las canciones pueden tener dos estrofas y el vocabulario utilizado debe ir creciendo.
Para los niños de 5 años las canciones alcanzan un largo de 3 estrofas, esto permite realizar distintos juegos y una pequeña orquesta de percusión. Reconocen timbres de distintas fuentes sonoras, discriminan alturas extremas y sonidos intermedios y les encanta ejecutar instrumentos informales o tradicionales y clasificarlos.
La música clásica, a diferencia de lo que muchas veces los adultos consideramos, logra atrapar la atención de los niños.
En casa podemos probar con:
- las cuatro estaciones, de Vivaldi.
- Pequeña serenata nocturna, de Mozart.
- El claro de luna, y Patética y Pastoral, de Beethoven.
- Serenata y Ave Maria, de schubert.
- El parendiz de hechicero, de Dukas.
- Las travesuras de Till Eulenspiegel, de Strauss.
- Petrouchka, de Stravinsky.
- Pedro y el lobo, de Prokofiev.
- Bolero de Ravel.
Para finalizar, según lo resume el libro "Aprendizaje Acelerado con Música" (Webb y Webb, 1990), los efectos potenciales de la música en la mente y el cuerpo incluyen lo siguiente:
"Aumentan la energía muscular, aumentan la energía molecular, influencian el latido del corazón, alteran el metabolismo, reducen el dolor, aceleran la sanación y la recuperación del pacientes que han atravesado una cirugía, ayudan en la descarga de emociones, estimulan la creatividad, la sensibilidad y el pensamiento".